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El Derecho a la paz en Colombia.
Dimensiones de un derecho de derechos.

Historia, concepciones y compilación.

INTRODUCCIÓN GENERAL

 

 1. LA PAZ EN COLOMBIA UN CAMINO DE OBSTÁCULOS Y ESPERANZA 

 

La paz es el derecho de los derechos para la supervivencia de la humanidad en el tercer milenio. Si cuando finalicé el siglo XXI la especie humana aún sobrevive, es porque finalmente comprendió que el derecho a la paz es un derecho de los derechos y, porque le dio a la paz la prevalencia y el estatus que le resultan indispensables. Igualmente es imprescindible para disfrutar los derechos humanos y los derechos económicos, sociales y culturales. Hasta hoy el ejercicio pleno del derecho a la paz ha resultado casi imposible, como consecuencia de obstáculos tradicionales del mundo y de sus Estados. Por esta razón se hace necesario que la paz sea reivindicada globalmente y en cada Estado. En esas dimensiones podrán evitarse devastaciones y muertes innumerables. 

 

Con la esperanza de que la paz sea reconocida como un presente tra de derechos, en un sentido real y material, realizamos el bajo de investigación para el cual exploramos por qué y ese derecho en nuestro país y cuándo y dónde se ha pretendido vencerlo y edificarlo. Sobre esta base elaboramos un registro estado de los momentos de paz históricos a nivel nacional. A esta ruta la denominamos de la en Colombia paz.

 

En este trabajo, nuestro grupo de investigación en seguridad jurídica realizó un análisis del conflicto armado en una perspectiva historia integral, desde la llegada de los españoles hasta hoy. Así mismo, llevó a cabo un estudio jurídico del derecho a la paz a partir de conceptos, normas y sentencias. A la vez elaboró la primera compilación de las leyes y los decretos que han regulado la paz en Colombia. Todo ello se hizo con un método multidisciplinario de investigación que se puede aplicar para defender un nuevo paradigma de paz.

 

De acuerdo con los estudios antes mencionados, se estableció que los principales obstáculos para ejercer el derecho a la paz son los siguientes:

 

Primero, si no hay paz es por ciertas ansias de poder y de riqueza inconmensurables. Segundo, por el manejo disfuncional e ineficiente de instituciones, lo que entraña decisiones erradas de la dirigencia política. Tercero, por la falta de justicia y de equidad social de parte de la sociedad y las ramas ejecutiva y judicial. Cuarto, por la ausencia de cultura y de una mejor educación para la paz.

 

A partir de lo anterior se hacen evidentes las conexiones de la violencia, la cual está estrechamente vinculada a fenómenos sociales y económicos que inciden en la vulneración histórica y actual del derecho a la propiedad, y continúa hoy atada a la explotación de indígenas negros, campesinos y trabajadores. Así mismo, la violencia se relaciona con tremendas violaciones de los derechos la vida, a la integridad de las personas en Colombia.

 

La violencia también se conecta con el abuso sistemático de los derechos para dominar la propiedad privada y la vulneración de los derechos colectivos, tales como: el despojo permanente de la tierra desde hace más de 500 años, el detrimento al erario, el daño ambiental y el deterioro del principio a la moralidad administrativa. Este ha sido un fenómeno permanente y desestabilizador del sistema político, con una interconexión grave y exacerbada entre la violencia: la criminalidad, el narcotráfico y la corrupción. Esta es una triada perversa de empresa delictivas muy rentables en lo económico y con poder político, que pone en riesgo las instituciones públicas y privadas actuales.

 

Sobre la densidad de la red de violencia, el Papa Francisco, en su visita a Colombia el 7 de septiembre de 2017, en el parque Simón Bolívar de la cuidad de Bogotá indicó que en ese país y en otras partes del mundo hay densas tinieblas que amenazan y destruyen la vida. “Tinieblas corruptoras de los intereses personales o grupales, que consumen de manera egoísta y desafortunada lo que está destinado al bienestar de todos “. El Sumo Pontífice exhorto al país a dar un primer paso, extender la mano y caminar en la alegría y la esperanza, lo único que no le pueden robar a la gente.

 

Conscientes de la cruda realidad por el tamaño de los obstáculos referidos por el derecho a la paz y por las tremendas conexiones y consecuencias indicadas de la violencia en Colombia, realizamos este trabajo investigativo encaminado a revelar y comprender esas situaciones históricas, con la finalidad de que se conozcan y no se reproduzcan y no se vislumbre una sociedad capaz de enfrentar los ciclos históricos repetitivos y degenerativos que hacen parte de un sistema decadente de violencia y criminalidad y que se cierne como una amenaza sobre las instituciones democráticas.

 

En este contexto de los obstáculos que impiden el ejercicio del preciado derecho a la paz, a continuación, se presentan unas anotaciones preliminares.

 

I. Las ansias de poder y de riqueza inconmensurables.

 

La paz ha sido obstaculizada desde la conquista española hasta nuestros días por la inconmensurable ambición económica y las ansias incontrolables de poder político. Este primer planteamiento responde a una cruda realidad la ambición y las pasiones de los violentos son tan extremas, que los seres humanos pacíficos nunca podremos ni siquiera imaginar esos perversos alcances.

 

La primera parte de este texto se ocupa de desentrañar la historia de esa maldad, en una cronología con varios hitos sociales y jurídicos que arrebataron sistemáticamente el sueño, la esperanza y el derecho a la paz, y se exponen algunas situaciones que explican lo complejo que es alcanzarla, por causa de las tensiones sociales subyacentes en el campo de nueve guerras civiles e innumerables masacres. Por esta razón resultaba imperativo estudiar el conflicto entre guerras que ha sido producto de la avaricia y la ambición de poder. A partir de la investigación que hemos realizado, surgió este importante punto de reflexión: el derecho a la paz en Colombia entre los siglos XV y XIX resultó un imposible, y los momentos y acuerdos de paz alcanzados se vieron frustrados sistemáticamente. ¿En qué medida con los logros de finales del siglo XX y de comienzos del XXI va a cambiar ese escenario? Este es el dilema central de la sociedad y de las instituciones colombianas al cerrarse la segunda década del presente siglo.

 

II. Errores en instituciones: manejo disfuncional e ineficiente

 

A las complejas dificultades históricas analizadas se suman erro- res que ha cometido la dirigencia política en el manejo de instituciones estatales. En Colombia, la forma en que se ha encauzado la solución de los factores generadores de la violencia no ha sido la más afortunada por parte de nuestros dirigentes, lo cual ha contribuido a que tal violencia perdure. La inmensa mayoría de los colombianos tiene esperanza de paz, pero desconfía de la clase política porque esta adopta decisiones erradas que hacen más difícil alcanzar un consenso para la paz. Esas grandes dificultades y esos errores se describen con detalle en el presente estudio y se citan fuentes internacionales que analizan el conflicto del país. Así, a partir de un método descriptivo, esta investigación examina el fenómeno de la polarización política.

 

Se describen seis hitos de paz en el siglo XIX, y en el siglo XX intentos de paz y sus fracasos – de Guillermo León Valencia, Belisario Betancur y Andrés Pastrana -. Solo en la segunda mitad del siglo XX esa expectativa de paz logro tener un primer acto jurídico, el plebiscito de 1957. Esta expresión popular se repitió en 1990 con la “Séptima Papeleta” para convocar la Asamblea Constituyente, la cual culmino con la expedición de la Constitución Política de 1991.

 

El plebiscito refrendaratorio de 2016 dejo victorias parciales y contradictorias para el proceso de paz. Por una parte, gano el “No” por circunstancias que se explicaran en este estudio y por otra, el proceso le dejo al país un Premio Nobel de Paz en cabeza del Presidente de la Republica Juan Manuel Santos Calderón. Todo esto en medio de una gran polarización política y de un debate electoral para el 2018, pobre en propuestas estructuradas y rico en agravios. Por ello los políticos que asuman tales posiciones superfluas y de obstaculizarlos asuntos de la paz convalidan ese título de “dirigencia nacional ineficiente e indiferente” frente a la grandes dificultades sociales e institucionales que deben superarse en los próximos años ante el momento de paz más importante en toda la historia de Colombia.

 

III. Justicia social, Ejecutivo y aparato judicial

 

Respecto de la justicia social, se hace una modesta contribución en ese factor, y en la investigación se demuestra que el conflicto es un fenómeno multidimensional que tiene unas marcas genéticas ancestrales, las cuales se encuentran en la Conquista y la Colonia española y en el sistema democrático excluyente que se instauró en el siglo XIX con la Constitución de 1886, lo cual hizo del conflicto una especie de espiral, pues se repite una y otra vez. Por lo anterior era necesario estudiar las condiciones objetivas de la violencia y explorar sus causas estructura- les en la historia y los obstáculos que han impedido a Colombia conseguir la paz. Es, en síntesis, el problema de un Estado con un Congreso y un poder ejecutivo ineficientes, así como, una justicia congestionada sin recursos para pagarle al ciudadano la mayoría de sentencias a su favor contra el Estado.

 

En cuanto a las altas cortes, hicimos un estudio para poner en clave de seguridad jurídica el activo jurisprudencial del derecho a la paz y sus conceptos desde la Constitución Política y en 99 sentencias de la Corte Constitucional, las cuales fueron clasificadas y conceptualizadas con sus nociones y referentes. También se estudió la forma sistemática en que el Consejo de Estado ha favorecido a las víctimas, con una amplia tradición jurídica de claras líneas de reparación; y, por último, se organizó la vasta acumulación normativa en un compendio que se realizó por primera vez y que abarca 2725 artículos contenidos en leyes y decretos que se identifican en la parte final.

 

En las últimas tres décadas las decisiones de la justicia han orienta- do con certeza y determinación los procesos de paz, y por eso merecen un análisis y un conocimiento más profundo, a lo cual se da inicio con este trabajo. El mundo de lo jurídico -concomitante con el de la historia y la realidad social que hemos esbozado corresponde a conceptos, normas y sobre todo sentencias de las altas cortes. En este ámbito se demuestra que el derecho a la paz es viable y predecible, se enmarca en el principio de seguridad jurídica". Se demuestra que la prioridad del problema no está en el aparato judicial como se cree comúnmente, sino que se focaliza en las decisiones políticas y en su aplicación eficiente por parte de las instituciones del Ejecutivo.

 

La justicia ha sido otra víctima de la guerra, pero no declina a pesar de que sobre ella se cierne la amenaza permanente de la sociedad individualista que quiere imponer con violencia, arribismo y arbitrariedad los rumbos de la historia. La fuerza de la justicia se hace patente en la segunda parte de la investigación que explora la seguridad jurídica en las sentencias de la Corte Constitucional con sus sentencias sobre la paz, y en el Consejo de Estado con centenares de precedentes en favor de las víctimas del conflicto, y en la propia Corte Suprema, que entre muchas decisiones produjo la histórica sentencia de 1989 que abrió el paso a la Constitución de 1991. Lo admirable en Colombia es que la cultura jurídica, aun en los momentos de mayor penumbra y desprestigio mantiene su vigor a pesar de los lamentables asesinatos de un ministro de justicia y de Procurador General de la Nación y del magnicidio por la toma del M-19 al Palacio de Justicia que inmolo a 11 magistrados.

 

En relación con los principales hallazgos de la investigación, vale la pena señalar que los actos normativos para la paz tienen una amplia tradición histórica y jurídica en Colombia. Sin embargo, han sido poco explorados en su análisis, lo cual genera especulaciones o comentarios superfluos en referencia a los aspectos judiciales. Así mismo, los efectos de la paz han sido nulos en reiteradas oportunidades, pero por equivocaciones de diseño jurídico y planeación. He aquí otro motivo loable para haber elaborado el presente estudio.

IV. Cultura y educación para la paz

 

Para los conceptos de un derecho a la paz universal, llevamos a cabo aquí una de otras constituciones y fuentes del mundo sobre la paz, entre los que se encuentran las obras de Kant y Kelsen -que se refieren más adelante y las misivas que se Albert Einstein y Sigmund Freud. Ellos reflexionan con gran profundidad sobre el porqué de esa confrontación en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Einstein le solicita a Freud que exponga T.] el problema de la paz mundial a la luz de sus descubrimientos más recientes, porque esa exposición podría muy bien marcar el camino para nuevos y fructíferos modos de acciones. ¿Cuánto deberemos esperar para que los demás se tornen pacifistas? La respuesta no es sencilla, pero es posible que ello se logre en algún momento: según Freud, con un cambio en "la actitud cultural y ante el fundado temor a las consecuencias de la guerra futura, no es utópico que se logre poner fin a los conflictos bélicos en un plazo limitado”.

 

En síntesis, la presente investigación hace un aporte específico para promover esa aptitud cultural de la paz, con un concepto propio de la paz como derecho de derechos que se refiere a elementos epistemológicos, históricos y normativos -todas las leyes y jurisprudencias-, que le dan un nuevo contexto esperanzador ante tantos obstáculos recordados, desde el pasado hasta nuestros días con las nefastas consecuencias de un país todavía en violencia y criminalidad exacerbadas.

 

En suma, la pretensión de este trabajo es contribuir a la cultura de la paz y la educación con un enfoque multidimensional, histórico, sociológico y normativo; trabajo que informa y revela una dimensión social y jurídica de la violencia, para lograr la consolidación del derecho a la paz como el derecho de los derechos y así brindar una esperanza de supervivencia a la humanidad desde Colombia.

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